14 Mar Sorensen, el último romántico que pinta vírgenes para Dinamarca

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Hay un pintor perdido para siempre entre las montañas que coronan de verde la radiante blancura de Frigiliana. Su acento es danés pero su temple es de viejo castellano, quijote. Su historia no dista mucho de aquellos otros viajeros románticos que llegaron con un hatillo y se quedaron para siempre (Gerald Brenan en la memoria) prendados de la Andalucía de cuento, la de sus gentes sencillas y su sabiduría profunda de pueblo impregnado de culturas. Sorensen, Harne Haugen Sorensen (Copenhagen, 1932), no lleva dos días atado al trazado morisco de este balcón impresionante al Mediterráneo. Lleva casi cuarenta años y ya no quiere otra luz.

En su país es un artista reconocido al más alto nivel mientras en esta esquina de Europa disfruta de su anonimato pintando con una obsesión de genio escenas de la Biblia. Sin ser católico Sorensen distingue a la virgen en sus murales y no deja de sacarle color a la religión a la que los españoles siempre nos acercamos desde el tenebrismo del Barroco. Y eso sorprende. Hay una luz cegadora en los pasajes escogidos de las Sagradas Escrituras para exponerse en estos días en el CAC de Vélez Málaga donde se puede apreciar su didactismo, su sentido zen de unos textos colmados de vendettas, su dulzura, su retranca y en definitiva su vida. El tono espiritual que rellena de luz interior cada una de sus palabras en esta conversación sobre trece ‘noes’. Que en él son trece ‘síes’ al arte y a la vida en general. Aquí el hombre que llena con su arte milagroso, exultante de alegría andaluza, las iglesias de Dinamarca.

¿Qué no es arte?

Hay arte y hay residuos. Yo creo que no se puede hacer arte puro pero hay cosas sucias. Pero todo junto lo conforma. Es difícil distinguir entre lo que es importante y lo que no, pero no soy un oráculo. Yo he visto cosas muy dudosas de que sean arte. Eran más bien ejercicios de diseño pero con la edad se me ha abierto la manga. Estoy muy contento con seguir viviendo y seguir pintando.

¿Qué no pintaría nunca?

Lo único que no pintaría es lo que no puedo pintar. Yo no tengo el buen gusto de pintar cosas maravillosas. Hay pintores que son maestros de su oficio. Esto es algo bueno y malo a la vez. Pero la verdad es que estoy lleno de dudas. También pienso en ocasiones que toda mi vida ha sido una equivocación al pintar tantos temas religiosos. He dedicado veinte años a este tema y no sé si he estado bien orientado. He pintado casi todo, pero por ejemplo retratos no he hecho muchos.

¿Qué no le gusta del arte contemporáneo?

Pienso que va demasiado rápido. Los coleccionistas están contentos con muy poco. Existe esa teoría de que muy poco es mejor. La gente corriente piden mucha agitación en los cuadros pero la gente elegante se conforma con una línea sobre un lienzo. Pagan mucho por eso. Y eso es muy difícil de entender; que menos es mejor. Quizá si hubiera nacido en otra cuna y criado al lado de un piano hubiera pintado de otra forma pero estoy contento con ser un obrero de fábrica. Tuve la tentación de haber sido un delincuente cuando era joven y tenía un trabajo de autómata, me aburría mucho. O delincuente o loco hubiera sido de no haber pintado.

¿Qué no le gusta de la pintura danesa?

No tengo tantos gustos y disgustos. Soy más de elegir. Me gusta todo pero no como todo. Soy más asiático. Soy más zen. Hay que vivir. En Dinamarca hay academias que aquí, por ejemplo, y cuando salen de ellas trabajan juntos y eso es muy bueno para los artistas. Les da más profundidad a lo que hacen.

¿Qué cuadro suyo no vendería?

Hay muchos. Algunos son de mi mujer. Otros acabarán en el museo que me están construyendo en mi país. Ahora puedo pintar un cuadro valioso para mí antes iban para las galerías. Siempre estaba corriendo de mí mismo. Ha sido una liberación para mí. Ahora puedo verlos todos juntos en conjunto.

¿Qué no volvería a pintar?

Es algo a lo que me he comprometido conmigo mismo muchas veces pero he vuelto a hacerlo. Sé que si lo digo lo voy a volver a hacer. Es como un vicio. Como la pedofilia que se esconde (ríe).

¿Qué no volvería a hacer en la vida?

Hay muchas cosas que ya no puedo hacer. He tenido una vida muy rica. Estoy muy contento con ella. He pasado por dificultades. No me hace falta nada. Es suficiente con lo que he tenido.

¿Qué se arrepiente de no haber hecho?

Serían un par de mujeres por ahí (ríe). Al margen de bromas, he sido muy fiel a mi mujer.

¿Qué no ha conseguido con la pintura todavía, qué le falta?

Lo malo es que somos limitados por el tiempo y la capacidad física derivada de su paso. He intentado muchas veces sobrepasarme, superarme, pero no lo he conseguido tantas.

¿Qué no le gusta de ser famoso?

No tengo ningún problema aquí, aquí no soy tan conocido. Soy bastante tímido. No me gusta. Soy un hombre primitivo. Por eso me gusta España porque la gente es muy sincera y auténtica. Me siento aquí mejor que en Dinamarca. La gente es más sabia.

¿Qué cree que no han entendido de su obra?

Yo he redescubierto el alma danesa. Es un alma que no se siente religiosa pero tiene religión. Hice iconos que le han tocado el corazón allí a las gentes. Hice un par de manos que alzan una pequeña figura y esto ha sido una suerte. Era algo que faltaba en la mente de la gente. Vas a una iglesia y el pastor suelta lo de que somos polvo y miras a tu alrededor y no hay nada que te consuele. Todo lo pintado en su interior son imágenes idiotizadas, de un tiempo pasado. Esto que yo hice les tocó el corazón. Los pastores me dicen en mi país que yo ayudo mucho a su tarea. Es un gran honor, una felicidad. Ha llegado a miles de personas que lo han apreciado y es a lo más alto que se puede llegar. Aunque algunos piensen que es una tontería.

¿Qué no es la misión de la pintura?

Para mí dedicarse al arte es rezar. Darle las gracias a este maravilloso mundo que nos rodea. Somos todos cristianos aunque no lo sepamos. No creemos en esas historias de vírgenes y ángeles pero qué queremos. ¿Queremos la verdad? No tenemos cabeza para entenderla. Buscamos algo bonito para entenderlo todo. Yo he elegido eso. Sabiendo que no es verdad. Pero es algo bonito. Hay gente que piensa demasiadas cosas desagradables como que hay que matar a los capitalistas o a los musulmanes. La maldad existe. En Dinamarca especialmente la gente piensa que hay que contenerla pero la vida es sufrimiento también. Mi vida es plena al llegar a esta sabiduría y también tengo la suerte de pagar. En la vida ayuda el dinero y por el momento tengo.

¿Por qué no prescinde nunca del colorido, no contrasta demasiado con el cromatismo de su tierra?

En Dinamarca resulta fuerte el choque. Allí la luz no es muy fuerte y disminuye los colores. Y en ocasiones he tenido que repintar los cuadros en base a la luz de allí.

English version
Tittle; Sorensen, the last romantic who paints virgins for Denmark

There is a painter forever lost among the mountains that crown the radiant whiteness of Frigiliana with green. His accent is Danish but his temper is of old Castilian, Quixote. Its history is not far from those other romantic travelers who arrived with a bundle and stayed forever (Gerald Brenan in memory) spells of the Andalusian story, that of its simple people and their profound wisdom of people impregnated with cultures. Sorensen, Harne Haugen Sorensen (Copenhagen, 1932), has not tied the Moorish layout of this impressive balcony to the Mediterranean for two days. It has been almost forty years and no longer wants another light.

In his country he is a recognized artist at the highest level while in this corner of Europe he enjoys his anonymity painting with an obsession of genius scenes of the Bible. Without being a Catholic Sorensen distinguishes the virgin in her murals and does not stop coloring the religion to which the Spanish always approach us from the tenebrismo of the Baroque. And that surprises. There is a blinding light in the chosen passages of the Sacred Scriptures to be exhibited these days in the CAC of Vélez Málaga, where you can appreciate its didacticism, its zen sense of texts full of vendettas, its sweetness, His boom and ultimately his life. The spiritual tone that fills the inner light of each of his words in this conversation about thirteen ‘no’. That there are thirteen ‘yes’ to art and life in general. Here the man who fills with his miraculous art, exulting with Andalusian joy, the churches of Denmark.

What is not art?

There is art and there is waste. I think you can not do pure art but there are dirty things. But everything together forms art. It is difficult to distinguish between what is important and what is not, but I am not an oracle. I have seen very dubious things that are art. They were rather design exercises but with the age has opened my sleeve. I am very happy to continue living and continue painting.

What would you never paint?

The only thing I would not paint is what I can not paint. I do not have the good taste of painting wonderful things. There are painters who are masters of their craft. This is both good and bad at the same time. But the truth is that I am full of doubts. I also think sometimes that my whole life has been a mistake in painting so many religious themes. I have dedicated twenty years to this subject and I do not know if I have been well oriented. I have painted almost everything but for example portraits I have not done many.

What do not you like about contemporary art?

I think it’s going too fast. Collectors are happy with very little. There is this theory that very little is better. The ordinary people ask for a lot of agitation in the pictures but the gente gente conforms with a line on a canvas. They pay a lot for that. And that is very difficult, to understand; That less is better. Maybe if I had been born in another crib and raised next to a piano I would have painted differently but I am happy to be a factory worker. I was tempted to have been a delinquent when I was a young man and I had an automaton job in one of them, I was bored a lot. Or delinquent or crazy would have been had not painted.

What do you dislike about Danish painting?

I do not have so many likes and dislikes. I am more of a pick. I like everything but not everything. I’m more Asian. I’m more Zen. We have to live. In Denmark there are academies here, and when they leave they work together and that is very good for the artists. It gives them more depth to what they do.

Which picture of you would not sell?

There are many. Some are from my wife. Others will end up in the museum they are building in my country. Now I can paint a valuable picture for me before they went for the galleries. I was always running from myself. It has been a release for me. Now I can see them all together together.

What would not you paint again?

It’s something I’ve committed myself to many times but I’ve done it again. I know that if I say it I will do it again. It’s like a vice. Like pedophilia, you have to hide it (laughs).

What would you never do in life?

There are many things I can not do. I have had a very rich life. I’m very happy with her. I have been through difficulties. I do not need anything. It’s enough with what I’ve had.

What do you regret not having done?

They would be a couple of women out there (laughs). I have been very faithful to my wife.

What has not gotten with the painting yet, what is missing?

The downside is that we are limited by age and ability. I have tried many times to overcome myself, to overcome myself but I have not achieved many times.

What do not you like about being famous?

I have no problem here. I’m pretty shy. I do not like. I am a primitive man. That’s why I like Spain because the people are very sincere and authentic. I feel better here than in Denmark. People are wiser.

What do you think they have not understood about your work?

I have rediscovered the Danish soul. It is a soul that does not feel religious but has religion. I made icons that have touched the heart there to the people. I made a pair of hands that raise a small figure and this has been lucky. It was something that was missing in people’s minds. You go to a church and the pastor releases what we are dust and you look around and there is nothing to comfort you. Everything painted inside is idiotic images of a past time. This touched their hearts. The pastors tell me in my country that I help a lot to their task. It is a great honor, a happiness. It has reached thousands of people who have appreciated it and is at the highest that can be reached. Although some think it’s silly.

What is not the mission of painting?

To dedicate myself to art is to pray. Thank you to this wonderful world that surrounds us. We are all Christians although we do not know. We do not believe in those stories of virgins and angels but what we want. Do we want the truth? We do not have the head to understand it. We are looking for something beautiful to understand everything. I have chosen that. Knowing that is not true. But it’s something nice. There are people who think too many unpleasant things like killing capitalists or Muslims. Evil exists. In Denmark especially people think that it has to be contained but life is suffering as well. My life is full to reach this wisdom and I am also lucky to pay. In life, money helps and for the time being I have.

Why do you always skip color, do not contrast too much with the color of your earth?

In Denmark the shock is strong. There the light is not very strong and it diminishes the colors. And sometimes I’ve had repainting pictures there.