Albayzín de Kiki Morente.

Albayzín; el eterno retorno de Morente

La vida siempre se impone. El eterno retorno de la naturaleza como un milagro nos muestra el resultado de una semilla profunda llamada Morente que vuelve a renacer. Heráclito o Zaratustra sabían que todo regresa. El flamenco tiene esa de ‘abuelos, padre y tíos, de los buenos manantiales se forman los buenos ríos’.

Y la buena nueva de una saga flamenca que no se sabe cuántas veces se repetirá se llama Kiki Morente. El menor de la descendencia del mito Ronco ha echado a cantar por derecho, como dirían los de las ‘gafas gordas’ (flamencólicos en el idioma paterno). Su disco se llama Albayzín y llega con la humildad de los primeros pasos en serio de un aspirante a gran cantaor.

Podríamos caer en la tentación de señalar cuánto hay de Enrique Morente o en cuánta longitud de onda supera a su hijo pero sería caer en un error. Siendo un disco casi tributo, por las numerosas referencias a su legendario progenitor, lo más justo es destacar esa deferencia con su primer y más claro maestro. Y ya está.

Hay que celebrar sus aciertos y en general destacar que disfruta de una base musical brillante por momentos en Juan Habichuela nieto pero sin excesos de lucimiento, servicial. El acompañamiento en todo momento se ve supeditado al cante pero aportando todo lo necesario para su brillo. El cante ofrecido en todo el disco puede conseguir el notable, es agradable y habría que poner en el debe lo que ya es una constante desde que se fue su padre, la ausencia de un concepto, de una línea argumental, de unas letras de cierta profundidad como las que elegía el patriarca, algo que fue al fin y al cabo lo que le colocó a la altura de los más grandes de la música (jamás nadie ha cantado a tantos poetas).

Es Kiki Morente igual de susurrador que su hermana Estrella, más en esa línea de tesitura vocal que con la raspada y bronca de su padre, y es en esos tirabuzones donde se saborea el estilo Morente de segunda generación. Donde quedan esos escorzos del seise catedralicio que fue. Se percibe en el disco un intento por comenzar en el mercado discográfico desde lo más apegado posible a la tradición, si bien esto es algo como antagónico en una estirpe inquieta. Pero se consigue ese respeto. La granaína de Cepero del comienzo y los fandangos de ‘Como moro soy más moro’, que ya hiciera Marchena y Enrique son ese principio de deferencia protocolaria a la escuela clásica. De buena factura.

En el polo recrea al Morente travieso. Dibuja una estructura más ligera que el repetitivo y agreste estilo original y convierte el tema en un homenaje digerible pero muy breve a su madre. Los tangos ni qué decir tienen que no pueden salir mal, no hay más remedio, aunque las letras, como se ha apuntado sean muy mejorables en todo el disco.

La María de la O de Vallejo es una de las joyitas del disco donde también se incluye una comprometedora soleá de Pavón que encara con arrestos Kiki. Hay un temita incluso como regalo donde se nota el soniquete habichuelero y aquellos estribillos que tan célebre hicieran al padre, que casi ponen la piel de gallina. No habría que ir más lejos y esperar a que Kiki Morente haga muchos bolos con este trabajo y se fogué en cuantos escenarios le surjan para así ir lanzando su experiencia desde donde quiera y hasta donde llegue.

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Título original: Albayzín. Género: Flamenco.
Año: 2017
1.     Kiki Morente Feat Juan Habichuela – Granaína
2.     Kiki Morente – María De La O- Bulería A Vallejo
3.     Kiki Morente – Tangos Del Albayzín
4.     Kiki Morente – Fandangos De Huelva
5.     Kiki Morente Feat Pepe Habichuela – Soleá
6.     Kiki Morente – Sevillanas
7.     Kiki Morente – Bulería
8.     Kiki Morente – Polo
9.     Kiki Morente – Flamencos
10.     Kiki Morente Feat Juan Habichuela – Taranto

Calificación: ♠♠♠ (sobre cinco).

 

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