Ortiz Nuevo: «Es saludable refrescarse en las aguas de la desgracia y así olvidarla»

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Corren malos tiempos para el teatro, corren malos tiempos para la lírica, para los versos que disparan a dar, para los bolos a taquilla, para incluso las bromas, políticamente o no correctas. Para el cante que piensa y no sólo ejecuta. Están los poetas de vacaciones en algún lugar remoto. Los libros de papel son promocionados por influencers. Los cómicos andan sin pintura para dibujarse una sonrisa de mentira. Mejor quedarnos en casa y cambiar el mundo desde Twitter o Facebook, ¿no? Está el periodista haciendo amistad con el concejal, el imputado con el fiscal y el Clan de la Mistela siempre sacando el catálogo de impurezas. Pero no se equivoquen, no se trata de un desquite.

Está el silencio, el rodar aburrido de las hojas del otoño, esa llovizna con la que amenaza el invierno… Pero si se trata de viejos rockeros todavía quedan arrestos, algunos románticos con alma de suicida. Son de los de antes. Queda aire y algunos hombres con la voz libérrima, un sol que sale cada día y unas ganas incorruptas. Un teatro vacío.

Tiene mérito a sus casi 7o y un nombre rutilantemente grabado en las páginas doradas de los libros de historia del flamenco del siglo pasado. Inventor de un formato de festival flamenco (LaVietnam), escritor de biografías indispensables (Enrique el Cojo, Pericón, Tía Anica, La Cuenca), un cómico, un concejal de Fiestas, un Poeta nocturno, un sabio de guardia: es José Luis Ortiz Nuevo con munición nueva para abrir fuego amigo.

Uno puede figurarse la nube que le acompaña en el teclear de las respuestas ofrecidas a este pequeño cuestionario en la distancia. Un acercamiento que trata de dilucidar qué va a pasar el día 29 en la casi clandestinidad, en una función muy especial con reminiscencias de aquellos viejos cómicos de a legua, de aquellos ministrels. No va a haber silencio. Eso es seguro. No es ninguna tontería, se llama libertad. Ganas de reírse de la desgracia propia, eso sí. José Luis Ortiz Nuevo habla sobre ‘La verdá salió perdiendo’, su última travesura.

  1. La verdá salió perdiendo y ¿ganó alguna vez? La copla refiere un hecho consumado y repetido en la vida, a más de dañino. La copla ignora que la verdad ganase en ocasiones, lo desconoce.
  2. ¿ Qué quiere conseguir JLON con este espectáculo? Que los espectadores se entretengan y se diviertan viendo este mosaico de secuencias verídicas.
  3. ¿ Por qué en Bormujos? Porque el Ayuntamiento nos dio las facilidades precisas a un costo razonable y apoyo a la representación. Mil gracias le sean dadas.
  4. ¿ Podría adelantarme alguna de las letras que lo inspiran? Lo dijo Antonio Machado: / «Tu verdad no, la verdad» / Esa que no sirve a naide / Más que a la luz de la tarde / Cuando la contempla el aire.
  5. ¿Debe la política cultural inmiscuirse tanto en el flamenco? Toda política cultural que se precie debe observar el principio de ser apoyo a la creación libre y no utilizar esta energía en beneficio de sus opciones, cualesquiera que sus opciones fuesen.
  6. ¿ Qué es lo que cree que el público va a conocer a través de esta obra que ya no supiera? Como es saludable y «gaditánico» andaluz refrescarse en las aguas de la desgracia y así olvidarla.
  7. ¿ Qué le diría a los que argumentan que este espectáculo se lo podría haber ahorrado? Pues que espero, trabajo en ello, para que el espectáculo, con las reformas que el guion precise, más allá de la perdurable anécdota de la Bienal perdida, tenga vida, se represente más, cuanto se pueda; alimentado por la errática evidencia contemporánea de la verdad una y otra vez atropellada.
  8. ¿ Qué diría de los artistas que lo acompañan en esta obra, que han sido valientes y fieles a su llamada? Son excelentes artistas, mejores compañeros, y personas que piensan por sí mismas. Gente ejemplar y generosa.
  9. ¿ Si JLON hubiera sido un cantaor qué cantaor hubiera querido ser? ¿Y guitarrista? ¿Y bailaor? Tal vez no es cuestión de quién hubiera querido ser, sino de quién hubiera sido: de guitarrista Capinetti, de cantaor Macandé, de bailaor Félix el Loco.
  10. Usted fue periodista, ¿ qué nota que falta o sobra en el sector para afianzar la proyección del flamenco? Sobra dogmatismo fatuo y falta información veraz. Sobra opinión autoritaria y falta relato dando cuenta del trabajo de los artistas. Sobra autocomplacencia onanista y faltan rigor y humildad. Sobra púlpito y falta pie de obra.
  11. ¿ Hay una intelectualidad del flamenco? Claro que la hay, y es trabajadora, necesaria y lúcida. Aunque deba reclamar más espacios de conocimiento y debate, al tiempo de denunciar fraudes y engaños múltiples, que en el sector haberlos haylos.
  12. Está cerca de cumplir 70 años y no se ve que este sea su testamento escénico, está involucrado en multitud de acciones y proyectos, ¿qué es lo siguiente tras ‘Laverdá’? Primero terminar el libro que estoy escribiendo de conversaciones mías con Enrique Morente. Y, a la vera, reformar el guion de «La Verdá» para «desbienalizarlo» y darle el aire de reflexión flamenca por mor de la mentira y la verdad. También me debo ocupar de la Biblioteca Flamenca de Archidonia y de la Asociación que la sustenta, con proyectos que me ilusionan mucho.
  13. ¿ Un deseo para 2018? Que la Bienal de Sevilla ´18 sea beneficiosa al flamenco  y a la ciudad que la sustenta.
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