José Sacristán se eleva hasta Miguel Delibes en ‘Señora de rojo sobre fondo gris’

Ya es toda una leyenda sobre las tablas del teatro. Su voz resuena entre las paredes del viejo armazón del coliseo cervantino de calle Ramos Marín y son cientos de películas desde el blanco y negro al color las que se te agolpan en la cabeza. Pero no está para nada dispuesto a vivir de glorias pasadas (quizá incluso porque el oficio de cómico no da para eso). José Sacristán bordó ayer en un nuevo derroche de facultades dramatúrgicas, el papel de viejo atravesado por el dolor de la pérdida de su esposa. Su compañera sentimental de treinta años.

Si la sombra de Miguel Delibes es alargada la de Sacristán se ensancha hasta casi tapar el halo del escritor castellano en ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, una de las grandes apuestas del Festival de Teatro de Málaga en este 2019, en el que cada vez son más los monólogos los que hablan de las penurias de la dramaturgia actual y de las apuestas institucionales, cada vez menos dadas a grandes producciones.

Entre toses y más toses, algunos móviles sonando en reiterado incordio, Sacristán nunca se salió de su papel y bordó un texto que te emociona hasta las lágrimas porque es casi entre lágrimas como se exige contarlo. Sí, hay momentos para la sonrisa en el recuerdo de la esposa pizpireta que pierde el solitario pintor que protagoniza esta obra pero sobre todo son escalofríos de zozobra y nostalgia de haber perdido la inspiración para siempre y el norte en la vida. Hay política y hay alcohol y por eso sabemos que no es un autor nórdico el que anda detrás.

De alguna manera una de las grandes revelaciones del texto que devoró Sacristán con todos los registros posibles y sin aspavientos es la que muestra la delegada línea que debate al ser humano entre el egoísmo(el de seguir pintando bajo la inspiración de la musa, la mujer que ahora llora por haberse muerto) y la necesidad de vivir acompañado (la necesidad interna, sentimental del otro). Y con ésta y otras digresiones, fue pasándose la cerca de hora y media en la que con lo difícil que resulta ‘Señora de rojo sobre fondo gris’ nunca decayó de tensión.

Un Teatro Cervantes de Málaga lleno no pudo por menos que despedir en medio de una larga ovación al actor de Chinchón que tuvo palabras de recuerdo para la familia Delibes. Era Sacristán a esa hora quizá un personaje huyendo de un papel que no quiere interpretar en la vida real nadie pero que a fuerza de la cercanía con la que nos amenaza hoy el cáncer puede resultarle familiar a cualquiera.

Título: Mujer de rojo sobre fondo gris

Sabre Producciones y
Pentación Espectáculos

De Miguel Delibes
Adaptación José Sámano, José Sacristán
e Inés Camiña
Con José Sacristán
Dirección José Sámano

Calificación: ♠♠♠♠ (sobre cinco).

 

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