24 Feb Israel Fernández y Rubén Lara, la pareja de moda del flamenco

Desde que Paco de Lucía y Camarón salieran en aquellas fotos de Pepe Lamarca como dos estrellas del rock pocos flamencos, por no decir ninguno, se han ganado la categoría de iconos estéticos trascendiendo el reducido mundillo jondo. Han pasado muchos años e inevitablemente el flamenco ha encontrado muchas caras bonitas, personalidades arrolladoras y verdaderos imanes de algo más que aficionados de este género, pero ma non troppo (cosa aparte en nuestro tiempo es el caso Rosalía).

Aún así no se había generado en una pareja artística tanto revuelo como el que despiertan actualmente el cantaor toledano, Israel Fernández y el guitarrista malagueño Rubén Lara. Donde van llenan y convencen. La juventud difumina defectos pero es que en estos dos parece que los esconde para no dejarse ver nunca. No es sólo que el cantaor tenga un repertorio impecable que va desde Caracol, Vallejo o Porrinas hasta Mairena o Camarón, es que también luce una melena de sansón, camisa floreada y unos anillos dorados totalmente cool. Igual que su compinche a las cuerdas; bigotito de indie y pendiente de cruz sonando con un toque añejo que emocionaría a Diego del Gastor.

Anoche ambos cerraron un recital de flamenco clásico intachable en la Peña Flamenca Torre Zambra. Fernández atacó soleá, taranto, tientos-tangos, seguiriya, fandangos y bulerías con un acompañamiento de diez. Los dos salieron triunfadores con una solvencia que los hace inmortales por lo pronto. Son jóvenes y modernos para más señas. Por imaginarse algún pero, habría que pensar que al cantaor toledano le falta un pelín de conexión con el público y no negarse una voz propia cuando canta por todo el mundo con una fidelidad abrumadora.

Por lo pronto las marcas de moda y publicidad no han reparado mucho en ellos pero lo tienen todo para brillar como estrellas del rock. En lo artístico ya empiezan a tocar techos, Israel Fernández ya es cantaor titular de Sara Baras y Rubén Lara ya sido llamado por Miguel Poveda para grabar junto a él. Todo está en camino, va por buen camino.