
27 Jun Rufus Wainwright o Ángel Calvente en tu ‘finde’ cultural
- MÚSICA.
Rufus Wainwright llega al Teatro Cervantes de Málaga este sábado a partir de las 20.30 para ofrecer un concierto dentro ciclo Terral. Entradas de 54 a 18 euros. COMPRAR AQUÍ
Fuente www.teatrocervantes.es
El cantante y compositor Rufus Wainwright conmemora el 20 aniversario de su primer trabajo discográfico, bautizado con su propio nombre. Artista y álbum fueron inmediata y unánimemente aclamados por la crítica legitimando al primero como uno de los grandes vocalistas y creadores de su generación y, al segundo, como icono e inspiración para numerosos creadores faltos de norte. La ilustre carrera de Rufus Wainwright ha generado desde entonces ocho álbumes de estudio, en vivo, tres DVD, dos óperas, colaboraciones con Elton John, David Byrne, Mark Ronson, Joni Mitchell o Burt Bacharach y hitos como ser el primer artista en completar una residencia de cinco conciertos en la Royal Opera House Covent Garden de Londres.
Excesivo y genial recala por tercera vez en su carrera en el Teatro Cervantes para demostrar que poco o nada tiene ya que demostrar.
2. TEATRO.
Uno de los mejores titiriteros del país, Ángel Calvente, regresa a su tierra con un nuevo espectáculo titulado Espejismo. Viernes y sábado a las 20.30 horas, 15 euros precio único COMPRAR ENTRADAS AQUÍ
Espejo mágico, dime una cosa… ¿quién es en este reino la más hermosa?
Una visión desde el otro lado de un espejo que deforma lo que ve para mostrarnos, sin pudor, nuestros pecados y bajezas. El público, cual inocente Alicia, atravesará el cristal adentrándose en lo más profundo de El Espejo Negro: un mundo oscuro donde reina la luz y donde residen criaturas elegantes, irreverentes, tiernas, perversas, solitarias… Almas llenas de humor corrosivo y burlón. Un mundo paralelo en el que cualquier fantasía o dislate puede hacerse realidad.
3. CINE.
El Cine Albéniz de Málaga vuelve a ser el epicentro de la mejor cartelera posible este fin de semana. En este caso proponemos una película como ‘Sauvage’ que causó sensación en Cannes 2018. Director: Camil Vidal Naquet. A las 22.25. 5,5 euros. COMPRAR ENTRADAS AQUÍ.
Leo es un joven de 22 años que vive vendiendo su cuerpo en la calle. A diferencia de la mayoría de sus compañeros de profesión, el público al que se dedica Leo son hombres exclusivamente, hombres que vienen y van. El trato particular del joven consiste en hacer que sus clientes no solo se sientan satisfechos sexualmente sino que, además, se sientan protegidos y queridos. Lo que ellos no sospechan es que es el propio Leo el que necesita esa protección, ya que él es un ser que ha nacido únicamente para ser amado.
4. EXPOSICIÓN.
El Museo Picasso exhibe la obra de Bruce Nauman hasta el 1 de septiembre. COMPRAR ENTRADAS AQUÍ. De 10 a 19 horas. Los domingos por la tarde; GRATIS.
Fuente: www.museopicassomalaga.org
El Museo Picasso Málaga presenta Bruce Nauman. Estancias, cuerpos, palabras, una exposición de este artista cuyas innovadoras aportaciones giran en torno a su forma de entender el arte más como una actividad o un proceso que como una producción de objetos. Después de 25 años, ésta será su primera gran muestra en España.
La obra de Bruce Nauman – con abundantes referencias a la música, la danza, la literatura y la filosofía- genera en el espectador reacciones asociadas a la provocación, el conflicto, la tensión, la desorientación o la angustia, a través de la implacable repetición del lenguaje y la forma.
Bruce Nauman. Estancias, cuerpos, palabras aúna casi un centenar de obras que dan cuenta de la pluralidad significante con la que trabaja este artista norteamericano, desde instalaciones arquitectónicas, esculturas, instalaciones, neones, vídeos, hasta dibujos y serigrafías, fotografías, entre otros.
Bruce Nauman (Fort Wayne, Indiana, 1941) ha pasado más de cincuenta años inventando formas para transmitir tanto los riesgos morales como la emoción de estar vivo. Utilizando una gran variedad de materiales y métodos de trabajo, revela cómo las experiencias mutables del tiempo, el espacio, el movimiento y el lenguaje suponen una base inestable para comprender nuestro lugar en el mundo. Para Nauman, hacer y mirar arte implica «hacer cosas que no quieres hacer especialmente, ponerte en situaciones desconocidas, seguir resistencias para descubrir por qué te resistes». Su trabajo obliga al espectador a renunciar a la seguridad de lo familiar, manteniéndole alerta, siempre vigilante y recelando ante la posibilidad de ser seducido por respuestas fáciles.
La investigación es fundamental para Bruce Nauman y está presente como parte del proceso creativo, siendo por tanto una evidencia en obras concretas. En su trabajo se advierten influencias de la música contemporánea (John Cage), la danza moderna (Merce Cunningham) y la literatura nueva (Samuel Beckett). La Gestalt es la primera gran influencia destacada sobre el trabajo de Nauman, que se deriva de su interés por la fenomenología y el conductismo y que aplica a su indagación de la conducta humana enfrentada a situaciones desagradables o angustiosas. Otras influencias patentes en el trabajo de este artista se encuentran en el filósofo Ludwig Wittgenstein, por la crítica a la validez del lenguaje, su significado y su representación en obras como Violines/ Violencia (Violins / Violence, 1983); o el escritor Elías Canetti, por su estudio sobre la conducta de las masas en Presión corporal (Body Pressure, 1974) ; y también del escritor Samuel Beckett, por su desesperanzador destino del hombre, en su trabajo Maqueta para Habitación con mi alma afuera, habitación a la que le da igual (Model for Room with My Soul Left Out, Room That Does Not Care, 1984).
El arte de Nauman siempre ha desafiado la categorización. Acuarelas, letreros luminosos de neón, instalaciones de sonido, pasillos de video: alterna constantemente entre estas y otras posibilidades, sin conformarse nunca con un estilo de firma. Pero debajo de esta gran variedad, los temas cruciales persisten, siendo la desaparición uno de esos impulsos recurrentes en sus cincuenta años de carrera.
Los diversos elementos que componen el trabajo de Nauman, procedentes de espacios en apariencia tan dispares y herméticos como la filosofía, la prestidigitación o la coreografía, implican la adquisición o tentativa del control de la experiencia del espectador ante un evento, acción o situación. El artista propone acciones provocadoras de reacciones emocionales y físicas, e insinuaciones perceptivas psicológicas por parte del espectador, sustentado en muchos casos en la creación de cacofonías de imagen y sonido. El público deviene sujeto participativo ante una obra que siempre está en proceso de suceder, como se puede apreciar en Para niños (Für Kinder, 2010),o en Tortura de payaso (Clown Torture, 1987). El espacio, su ocupación, la arquitectura, sus límites, la ingeniería, su violencia, potencian en el conjunto de su trayectoria su interés por poner la atención en los mecanismos perceptivos y psicológicos fundamentales. Como afirma Neal Benezra, director del San Francisco Museum of Modern Art, Bruce Nauman “integra con éxito nuestra conciencia con nuestras sensaciones. En sus obras, hacemos aquello que vemos”, evidenciando el sometimiento del público ante los mensajes e imágenes impuestas.
Bruce Nauman rechaza la práctica fotográfica entendida como narración de imágenes a favor del registro documental como en las obras presentes en la muestra, fechadas entre 1966-1967/1970, Autorretrato como fuente (Self-Portrait as a Fountain), Pies de arcilla (Feet of Clay) o Comiéndome mis palabras (Eating My Words). Aunque inicialmente filma películas, el vídeo pronto se convierte en uno de los medios fundamentales en toda su producción, ya sea como soporte -visible en obras como Carne a blanco a negro a carne (Flesh to White to Black to Flesh, 1968) o en Violín afinado en re-mi-la-re (Violin Tuned D E A D, 1969) – o como elemento clave en instalaciones arquitectónicas y esculturas sonoras.
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